Metroscubicos.com / Tania Akele
No es ninguna novedad hablar sobre la cantidad de polvo que a diario respiramos, del cual incluso ni en casa nos escapamos. Por ello, te presentamos algunas soluciones para hacer frente a este problema en el hogar.
Para mantener impecables las flores artificiales primero cerciórate si son lavables, en este caso enjuágalas con agua tibia y un poco de detergente líquido para vajillas.
Si no lo son entonces introdúcelas en una bolsa de plástico, en la que previamente agregarás entre 10 y 12 cucharaditas de sal fina. Sella perfectamente y agita con fuerza y en forma de círculos. Después destapa, esparce las flores sobre una superficie lisa y sacude el exceso de sal.
Muebles de mimbre
Con el paso del tiempo el polvo se pega en los cestos y muebles de mimbre, resultando difícil, pero no imposible eliminarlo. Primero debes frotarlos con una brocha o cepillo de cerdas suaves, intentando profundizar en el tejido.
Luego pasa una esponja empapada con agua jabonosa y salada, para después secar con un paño, ligeramente húmedo, ya sea con agua simple o adicionando esencia de limón.
En los objetos de bambú y junquillo, tanto el polvo como el tiempo producen efectos de envejecimiento, así que después de aplicar una limpieza profunda para eliminar las manchas o adherencias, utilizar un vaporizador o esponja húmeda restregándola sobre la superficie devuelve vida y calidad al objeto.
Además, no olvides frotarlos con aceite de vez en cuando pues revitaliza e impide la entrada del polvo.
Cuando salgas de casa por un tiempo prolongado impide que tus muebles se cubran de una molesta y dañina capa de polvo. Para evitarlo deja un refractario o plato con un poco de agua en cada habitación y a tu regreso encontrarás un ambiente más limpio.
Alfombras
Para mantener las alfombras siempre limpias basta un balde de agua tibia con un chorrito de amoniaco y el zumo de un pepino. Hecha la preparación, se embebe la jerga y se esparce enérgicamente sobre el área.
Taladrar el techo significa producir gran cantidad de polvo, de modo que una solución sencilla y rápida consiste en conseguir una botella vacía de agua a la que se le aplicará un agujero en la base para introducir la broca por ahí, a modo de cajón recolector.
Con el taladro en vertical y abriendo el techo, todos los residuos caerán al interior de la botella sin ensuciar nada.
Para dar brillo a tus muebles, primero retira el polvo con un trapo húmedo, luego prepara en un pulverizador una mezcla con aceite de oliva y zumo de limón, siempre dos partes de aceite por una de zumo. Después expándela sobre la madera, deja actuar unos minutos y retira con un paño seco.
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