Editorial Metroscubicos.com / César Iván Martínez
El mármol es una piedra bonita y noble. Mantenerlo limpio ayuda a su conservación y durabilidad. Lo primero que hay que saber de este material es que es muy poroso, por lo que absorbe las manchas con facilidad, pero al mismo tiempo brinda el beneficio de que sus manchas suelen salir con éxito si se actúa con prontitud.
El método más usado para la limpieza del mármol es sencillo, simplemente se debe pasar una esponja o trapo embebido en una mezcla de agua y jabón. Claro que si las manchas son profundas se tendrán que aplicar otras técnicas.
Si el mármol a tomado una coloración amarillenta, se debe aplicar con un cepillo suave una mezcla de agua y vinagre. Si ha quedado alguna marca de oxido o herrumbre en el piso por acción de algún mueble, se recomienda usar agua y limón (el jugo). También se puede añadir un poco de sal.
Cuando se utilice vinagre o limón para eliminar alguna mancha, hay que tener en cuenta que son corrosivos para la piedra, por lo que hay que usarlos con cuidado. De lo contrario podemos arruinar la piedra sin solución.
Para que esto no ocurra hay que aplicar la mezcla sobre la mancha, frotar suavemente durante unos minutos y enjuagar con abundante agua y jabón. Si la mancha persiste se vuelve a realizar la operación, cuidando que la mezcla no actúe más de unos minutos sobre la piedra.
Como el mármol es una superficie porosa absorbe rápidamente cualquier líquido, por eso se suele aplicar una capa de cera. Esto ayuda a tapar los poros y la superficie se vuelve más lisa y fácil de limpiar.
Lo que puede ocurrir es que tras varias capas de cera el mármol se vuelva amarillento. En ese caso hay que retirar toda la cera. Existen productos que se pueden adquirir en comercios específicos para esta tarea. Luego hay que enjuagar y se puede volver a pasar una capa de cera nuevamente.
Para que el mármol conserve sus cualidades originales, sólo hay que prestar atención a estos sencillos consejos:
• Sacar el polvo de los muebles o pisos de mármol con frecuencia.• Siempre limpiar las superficies con una esponja embebida en agua con detergente. Enjuagar bien y secar la superficie.
• Evitar el uso frecuente de limón y vinagre.
• No utilizar limpiadores abrasivos.
• Nunca mezclar lejía con amoníaco, ya que es una mezcla muy tóxica.
Para quitar manchas específicas
Si se ha manchado de vino o de café, hay que aplicar sobre la mancha una mezcla de bórax y agua (1 vaso de agua con 3 cucharadas de bórax).Si el mármol ha sufrido una quemadura por la colilla de algún cigarrillo, la mancha no saldrá. La única solución será pulir la superficie hasta que la marca desaparezca por completo.
El mejor utensilio para limpiar esta superficie tan porosa es un cepillo. La esponja sólo es útil en caso de manchas superficiales. Si la esponja y el cepillo no han logrado sacar por completo la mancha, se puede utilizar una esponja de alambre, pero hay que usarla suavemente para no dañar la superficie.
Si el mármol de la cocina ha perdido su brillo y se encuentra muy deslucido, podemos mejorar su aspecto vertiendo un puñado de sal sobre la superficie y frotando luego con un trapo húmedo. Luego, aclarar bien con agua y secar con un paño.
Si el piso se encuentra sucio por el paso diario de las personas, lo ideal es frotarlo con una mezcla de agua y agua oxigenada (1 vaso de agua oxigenada por 12 vasos de agua).
Si el mármol es blanco, no es conveniente utilizar sobre él algún lustrador.
Con estas sugerencias lograrás que el mármol de tu casa siempre esté en perfectas condiciones, y así tus ambientes gozarán de los elogios de quienes te visiten.
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