En cualquier hogar, la limpieza es un trabajo que nunca termina, que aunque lo hagamos todos los días siempre habrá algo que limpiar. Sin embargo, al realizar esta tarea podríamos estar cometiendo algunos errores sin siquiera notarlo. Esto sucede comúnmente por desconocer las técnicas apropiadas para llevarlo a cabo. Por ello te presentamos las 8 reglas de oro de la limpieza con las que facilitarás la labor para que tu casa luzca reluciente.
Primero lo “seco” y luego lo “húmedo”
El trabajo de la limpieza del hogar debes iniciarlo con las labores “en seco” como barrer, sacudir, usar la aspiradora, etcétera. Luego, podrás empezar con la parte “húmeda”, como trapear y tallar los pisos, limpiar los cristales; de este modo no habrá partículas de polvo invadiendo las superficies recién lavadas.
Siempre inicia por la parte de abajo
Empezar la limpieza en el piso y luego ir subiendo, es una mala idea. Todo el polvo y la suciedad se esparcirán nuevamente hacia el piso cuando hayas terminado. Para evitarlo, inicia desde los puntos más altos y ve bajando de manera progresiva para que termines limpiando el suelo.
Lleva los materiales siempre contigo
Dar vueltas y vueltas por toda la casa cada vez que necesitas recoger un artículo para limpiar alguna habitación, es una perdida inútil de tiempo y energías. Evítalo llevando todos tus materiales siempre contigo, ya sea en un carrito, una canasta, o un mandil.
Tiempo al tiempo
Para que todos esos productos de limpieza “milagrosos” realmente funcionen con efectividad en la limpieza de tu casa, es imperativo dejarlos actuar por unos minutos.
Aplica las sustancias de manera indirecta
Para la limpieza de muebles, aparatos u objetos delicados, jamás apliques los productos higiénicos de manera directa, podría estropearlos. En su lugar, puedes rociar el líquido o aplicarlo con un paño.
Sigue las instrucciones
Cada mueble, aparato o artículo decorativo, al adquirirlo, lleva anexo una guía o instrucciones sobre el cuidado ideal y el método apropiado para su limpieza. Nunca pases por alto las indicaciones, así cualquier objeto tendrá una mayor duración.
Elimina las manchas al momento
Uno de los accidentes más comunes en casa, son esas detestables manchas que pueden llegar a la alfombra, muebles, cortinas o manteles. Elimínalas inmediatamente, si las dejas para después sólo permitirás que se fijen aún más.
Quitamanchas casero
Este es un pre-tratamiento para las manchas difíciles. Prepara una pasta de jugo de limón y bicarbonato de sodio. Aplica en la mancha, luego lave como de costumbre (advertencia: el jugo de limón podría afectar a los colores brillantes).
Arañazos en el suelo
No te preocupes por gastar mucho dinero en un removedor especial para rayones en el piso, basta con aplicar jugo de limón y aceite de oliva y pulirlo. Esta mezcla también es un buen pulidor de muebles en general.
Protege tu salud
No olvides usar guantes y protectores oculares para evitar accidentes domésticos. Ningún esfuerzo en tu hogar tendría sentido, si al final te descuidas de ti mismo.
Qué te parecen estas sencillas reglas, No dudes ponerlas en práctica y verás que la limpieza de tu hogar será un trabajo más práctico que permitirá algunos momentos de descanso, porque bien sabemos que esta tarea nunca terminará.
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