Noroeste / Redacción
noroeste.com
18-02-2015
Fotografía: Noroeste / Juvencio Villanueva.
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MAZATLÁN._ La Caja de Pandora se cerró, con un "hasta luego" el pueblo despidió a sus majestades durante el segundo desfile de Carnaval, que este año alcanzó la edición 117.
Ante las miles de personas que nuevamente salieron al paseo costero a disfrutar de las alegorías rodantes, la idea sobre extender el desfile es cada ves más palpable.
Mientras tanto, las familias debieron adaptarse y desde balcones, las gradas, arriba de unidades charteras, para quienes deseaban una mejor vista, observaron el recorrido.
Frente al balcón de un hotel sobre la Avenida Del Mar lo hizo el Alcalde Carlos Felton, quien en compañía de su equipo observó el tradicional recorrido sólo por un pequeño lapso, pues 20 minutos antes de concluir emprendió la partida.
Los sinsabores también se dejaron sentir, y el clamor principal fue la vistosidad de los carros alegóricos; mientras las opiniones encontradas hicieron "boom" al son de la música de banda, las modelos brasileñas hicieron vibrar la Avenida del Mar, poniendo nervioso al mismo Monumento al Pescador.
Un desfile que aludió a los Sueños de Momo mediante cuatro personificaciones etéreas: El Pájaro de Trueno, el Pájaro de Fuego; el Ave Fénix y la Papagena, cuatro secciones en las que se dividió el desfile y cada uno de los reinados.
Sonrientes, saludando a su gente, se despidieron la Reina del Carnaval y Juegos Florales, Rocío IV y Marcela II, quienes terminaron exhaustas, pero con la emoción a flor de piel, por hacer realidad sus sueños.
De igual forma, lo hicieron el Rey de la Alegría, Francisco Garay, y las Reinas Infantil y de la Poesía, Danna I y Luciana I.
Las porras, la música y la habilidad legendaria de los sinaloenses de convertirse en los protagonistas de la fiesta coronaron el desfile para los miles de asistentes.
Alegría, danza y fantasía envolvieron al Océano Pacífico, dejando escapar la magia durante el recorrido.
Al final el tráfico vehicular fue el que aderezó la velada familiar, camiones urbanos a reventar, vehículos particulares que no se daban abasto, mientras el transporte de alquiler hizo su "agosto" en pleno febrero.
Y como siempre avenidas y calles "ahorcadas" por los ríos de gente, que caminando regresaban a casa al no encontrar un lugar en el camión o simplemente no poder pagar lo que el chofer de un taxi, auriga o pulmonía pedía por la "dejada".
Los decididos a culminar con la fiesta hasta el final emprendieron la huida rumbo a la pista de baile más grande del mundo: Olas Altas y a la Plazuela Machado.
Sobre el malecón se observaba caminar la "mancha" de humanos dispuestos a continuar con la "fiesta de la carne" y llevar al cuerpo hasta su límite, al fin era Carnaval.
Fue así como Momo hipnotizó a las miles de almas bullangueras, quien prometieron retornar el próximo año.
El director del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, Raúl Rico González, reconoció que el desfile del domingo fue uno de los más numerosos que recuerde.
Las autoridades de seguridad y asistencia médica reportaron al final del desfile que todo transcurrió con tranquilidad, aunque con el tradicional fuerte congestionamiento vial en la Avenida Ejército Mexicano.
31
CARROS ALEGÓRICOS DESFILARON POR SEGUNDA OCASIÓN
300 MIL
ASISTENTES CALCULAN QUE HUBO EN EL DESFILE DEL DOMINGO
Ante las miles de personas que nuevamente salieron al paseo costero a disfrutar de las alegorías rodantes, la idea sobre extender el desfile es cada ves más palpable.
Mientras tanto, las familias debieron adaptarse y desde balcones, las gradas, arriba de unidades charteras, para quienes deseaban una mejor vista, observaron el recorrido.
Frente al balcón de un hotel sobre la Avenida Del Mar lo hizo el Alcalde Carlos Felton, quien en compañía de su equipo observó el tradicional recorrido sólo por un pequeño lapso, pues 20 minutos antes de concluir emprendió la partida.
Los sinsabores también se dejaron sentir, y el clamor principal fue la vistosidad de los carros alegóricos; mientras las opiniones encontradas hicieron "boom" al son de la música de banda, las modelos brasileñas hicieron vibrar la Avenida del Mar, poniendo nervioso al mismo Monumento al Pescador.
Un desfile que aludió a los Sueños de Momo mediante cuatro personificaciones etéreas: El Pájaro de Trueno, el Pájaro de Fuego; el Ave Fénix y la Papagena, cuatro secciones en las que se dividió el desfile y cada uno de los reinados.
Sonrientes, saludando a su gente, se despidieron la Reina del Carnaval y Juegos Florales, Rocío IV y Marcela II, quienes terminaron exhaustas, pero con la emoción a flor de piel, por hacer realidad sus sueños.
De igual forma, lo hicieron el Rey de la Alegría, Francisco Garay, y las Reinas Infantil y de la Poesía, Danna I y Luciana I.
Las porras, la música y la habilidad legendaria de los sinaloenses de convertirse en los protagonistas de la fiesta coronaron el desfile para los miles de asistentes.
Alegría, danza y fantasía envolvieron al Océano Pacífico, dejando escapar la magia durante el recorrido.
Al final el tráfico vehicular fue el que aderezó la velada familiar, camiones urbanos a reventar, vehículos particulares que no se daban abasto, mientras el transporte de alquiler hizo su "agosto" en pleno febrero.
Y como siempre avenidas y calles "ahorcadas" por los ríos de gente, que caminando regresaban a casa al no encontrar un lugar en el camión o simplemente no poder pagar lo que el chofer de un taxi, auriga o pulmonía pedía por la "dejada".
Los decididos a culminar con la fiesta hasta el final emprendieron la huida rumbo a la pista de baile más grande del mundo: Olas Altas y a la Plazuela Machado.
Sobre el malecón se observaba caminar la "mancha" de humanos dispuestos a continuar con la "fiesta de la carne" y llevar al cuerpo hasta su límite, al fin era Carnaval.
Fue así como Momo hipnotizó a las miles de almas bullangueras, quien prometieron retornar el próximo año.
El director del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, Raúl Rico González, reconoció que el desfile del domingo fue uno de los más numerosos que recuerde.
Las autoridades de seguridad y asistencia médica reportaron al final del desfile que todo transcurrió con tranquilidad, aunque con el tradicional fuerte congestionamiento vial en la Avenida Ejército Mexicano.
31
CARROS ALEGÓRICOS DESFILARON POR SEGUNDA OCASIÓN
300 MIL
ASISTENTES CALCULAN QUE HUBO EN EL DESFILE DEL DOMINGO
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