Los peores colores para pintar tu casa

09 de Abril del 2013 | Editorial Metroscubicos

Como te compartimos en un artículo anterior, el esmeralda es el color del año, la tonalidad más hot de la temporada pero ¿cuáles son los colores que definitivamente debes evitar?

Los expertos en color afirman que existen varias opciones que jamás deberías utilizar, por ejemplo, aquellos tonos que irritan la vista o que incluso pueden ocasionar dolor de cabeza. En su opinión, no hay color más ofensivo que el amarillo limón brillante.

"Los colores brillantes reflejan más luz, lo que resulta un estímulo excesivo para la vista", afirman. "El amarillo irrita los ojos, los bebés lloran más en habitaciones amarillas y los esposo pelean más en cocinas amarillas", aseguran.

El amarillo es el primer color que el ojo humano tiende a notar, en este sentido, ayuda a captar la atención sobre algún objeto cuando usas esta tonalidad para acentuar. En pequeñas dosis puede ser bastante efectivo y no causar tal desencanto.

Descarta estas combinaciones

En el pasado muchas combinaciones que fueron tendencia hoy son una mala idea para los diseñadores de interiores, aquí algunas de las opciones que deberías reconsiderar:

• El combo gris y beige para crear un efecto monocromático. En su lugar, usa colores que resalten como el verde yerboso para hacer tus espacios mucho más cálidos y acogedores. También es buena idea mezclar superficies reflectantes como vidrio y metal. El gris aporta demasiada seriedad a una habitación, sin mencionar que  tiende a absorber más luz que otros tonos.
• Chocolate y azul: Esta tendencia de mezclar color chocolate y azul Tiffany ha crecido en muchos hogares. La recomendación es refrescarla añadiendo un tercer color como rosa intenso, coral o un metálico, ya sea dorado o plata.
• Rojo, dorado y verde: Este patrón también es muy utilizado. Evita usar los tres tonos en proporciones iguales y trata de mantener sus niveles de saturación en un nivel similar -nunca en el mismo- para darle vida a este estilo.

Toda la cocina de blanco: Una cocina blanca luce limpia y fresca pero también corre el riesgo de parecer sosa y aburrida. Pon un toque especial agregando color en espacios clave. Por ejemplo, si tu vajilla es azul, puedes usar índigo como color para realzar esa zona. Será un cambio sutil pero muy efectivo.