Consejos para pintar fácilmente

Editorial Metroscubicos / César Iván Martínez

¿Tu casa tiene un aspecto poco agradable y a gritos pide unas manos de pintura? ¿No hay suficiente dinero para mandar a pintarla? No te preocupes, en realidad no es complicado darle un toque de color a las paredes y techos de tu hogar, para ello te presentamos algunos sencillos consejos. Pintar la casa es un trabajo habitual, no sólo porque las paredes y techos se van deteriorando inevitablemente con el paso de los años, sino simplemente porque a veces es necesario renovar el ambiente para darle un aire más actual. Para pintar y renovar el aspecto de la casa no es necesario ser un experto en la materia, basta con conocer una serie de ideas básicas para que el trabajo sea satisfactorio con un esfuerzo, errores y complicaciones mínimas. Probar antes de pintar Independientemente de las herramientas, técnicas para pintar y la adecuada preparación de las superficies que se van a pintar, además de la protección de los muebles y pisos, hay un punto con el cual no se puede improvisar: la propia pintura. Es importante hacer una buena elección de la pintura, porque una vez que se compre y aplique no podrá marcha atrás si el resultado no es el esperado, porque habrá que convivir con él durante mucho tiempo o tomar una decisión poco agradable: volver a pintar. Según expertos en la materia, para elegir el color adecuado no hay que fiarse de los tonos que aparecen en los muestrarios, ya que el color que puede observarse en ellos es de tamaño reducido y puede inducir a equivocaciones, porque se encuentra entre otros muy similares. Lo ideal es llevar algún objeto que tenga el color exacto que quieres utilizar, como un cojín, una tela o un papel. Es conveniente poner a prueba el color antes de aplicarlo a toda la casa. Para ello hay que pintar un metro cuadrado de superficie y esperar al día siguiente para que seque adecuadamente y el color sea firme. Hay que ir observando el tono de la pintura a medida que cambian las condiciones de la iluminación, con luz natural, a lo largo del día, con luz artificial, durante la noche. Las variaciones puede ser o no del agrado de toda la familia. También es importante comprobar, antes de aplicarla, cuál es el efecto de contraste de la nueva pintura con las telas, la decoración y los muebles de cada espacio. Elegir la pintura adecuada Para las paredes de la casa lo más aconsejable es elegir pintura plástica, que no desprende olor, seca más rápido y los restos pueden eliminarse con la ayuda de agua o un trapo húmedo. Básicamente puedes optar por dos tipos de pintura plástica: satinada y mate. La pintura satinada es brillante y permite un acabado más fino, resiste mejor el paso del tiempo y los efectos de la suciedad, aunque resulta un poco más dificultosa de aplicar que la mate, por lo cual no es recomendable para los techos, que obviamente implican una actividad más esforzada. Respecto de la pintura mate, es menos complicada de aplicar pero tiene la desventaja de que se ensucia un poco más. Sin embargo, si las paredes presentan muchas irregularidades, la pintura mate las disimula mejor. La pintura acrílica impermeable o vinílica se recomienda para pintar las paredes del baño o la cocina, porque es más resistente que las anteriores. Los expertos aconsejan que cuando se va a preparar un color, mezclando la pintura con un pigmento, lo mejor es hacerlo todo de una vez, ya que es casi imposible obtener el mismo tono dos veces. Tampoco conviene diluir la pintura más de lo que indica el envase, ya que su capacidad para cubrir no será la misma. Y cada vez que se comience a pintar, hay que remover muy bien la pintura y repetir esta operación periódicamente, para garantizar la homogeneidad del líquido y que no presente grumos.