Por Pedro Trueba*
Sin recibo por favor, porque no me sirve. Esta es una solicitud que algunos clientes hacen a su agencia de bienes raíces o asesores inmobiliarios a efecto de que los honorarios por los servicios prestados sean cobrados pero sin hacer el cargo del impuesto correspondiente.
¿Con o sin recibo?
A pesar de que no faltan las personas que hacen esta solicitud, ninguno de los dos escenarios es valido. Ni el cliente debe pedir, ni la inmobiliaria lo debe sugerir. Los impuestos hay que pagarlos, no hay opción.
Según la Ley del Impuesto al Valor Agregado, los clientes que reciben los servicios que otorgan las agencias de bienes raíces o los asesores inmobiliarios, están obligados a pagar el Impuesto al Valor Agregado correspondiente; es decir, al total que cobrará el agente inmobiliario siempre habrá que aumentarle el 16 % de IVA.
Que yo sepa hasta hoy ninguna inmobiliaria o asesor independiente está facultado por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para hacer esta clase de concesiones a sus clientes.
En virtud de lo anterior, todas las personas físicas o morales que otorgan esta clase de servicios, al prestar los mismos, les guste o no, están obligadas a presentar al cliente factura o recibo que satisfaga los requisitos fiscales exigidos por la ley, entre los cuales esta señalar la cantidad cobrada y además que se mencione en forma expresa el IVA correspondiente.
Si tú como cliente, solicitas el cobro pero sin recibo, y el asesor inmobiliario acepta, quiere decir que el inmobiliario no expedirá ningún comprobante del dinero que recibió por otorgar sus servicios, por lo tanto no declarara, ni hará pago alguno de impuestos a la SHCP.
En pleno año 2012, en un mundo globalizado, esta práctica aún se da en nuestro querido México. Es increíble que esta forma de pensar tercermundista esté vigente tanto en algunos clientes como en inmobiliarios.
Respecto de los inmobiliarios, a quienes tienen esta costumbre, me permitiría sugerirles que mejor deberían ocuparse en capacitarse para darle valor a sus servicios y no sean los mismos, motivo de regateo.
Por lo que toca al cliente, le diría que si su asesor está dispuesto a defraudar al fisco, tenga cuidado pues también podría hacérsele fácil realizar cualquier maniobra oscura en su contra.
¿Acaso esta situación se da cuando acudimos a una agencia de automóviles o compramos un boleto de avión, por ejemplo? ¿El cliente se atreve a solicitar que no le den recibo y que no le carguen el impuesto?. Bien sabemos que no existe esa posibilidad, por lo tanto ni se te ocurre solicitarlo.
La posición profesional inmobiliario debe ser: no hacer preguntas para ver cómo no pagar impuestos y no dejarse intimidar ante una solicitud de este tipo.
El problema es que algunos inmobiliarios, que dicen ser profesionales, proponen o bien aceptan esta situación, pues saben que sus servicios son deficientes y por lo tanto flexibilizan su esquema de cobro.
Te invito a opinar al respecto, tanto si eres cliente como asesor inmobiliario, ojalá y nuestras opiniones aporten algo para determinar cuales han de ser las mejores prácticas en nuestro actuar diario.
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