Guía para iluminar tu casa

Editorial Metroscubicos / César Iván Martínez

¿Alguna vez has sentido que en tu casa falta algo? Has comprado muebles de estilo, alfombras nuevas, las paredes tienen el color perfecto, pero aún se persive que algo falta. Si es así, quizá el problema sea la iluminación interior, la cual juega un papel clave en cada uno de los espacios del hogar a través de un clima armónico entre el mobiliario y la decoración, garantizando un ambiente confortable. Por ello te presentamos una breve guía para conseguir una correcta iluminación interior en casa. Para desarrollar un buen plan de iluminación de tu casa, el primer paso es analizar cada uno de los espacios, así como el uso de cada uno. Debes considerar el tamaño, la decoración y la disposición de los muebles, así como la intensidad de la luz natural. Sin olvidar la distribución de la instalación eléctrica. Los siguientes consejos básicos te ayudarán a aprovechar la iluminación artificial como un elemento importante dentro de la funcionalidad, decoración y confort de espacios como el comedor, la recámara, la cocina y el baño. En el comedor Actualmente el espacio que ocupa el comedor se utiliza para diversas actividades, por lo que su iluminación necesita ser útil no sólo para comer, sino también para muchas otras labores familiares, tales como realizar las tareas escolares o revisión de facturas, etcétera. Colocar sólo un tradicional candelero colgante no es siempre la mejor solución, por lo que podrías preferir un sistema de iluminación en capas para dar mayor flexibilidad al espacio completo. Sobre la mesa: ya que la mayor parte de la actividad en este espacio se centra en la mesa, asegúrate que ésta reciba una buena cantidad de luz. Primero instala un candelero con focos graduables, junto con dos lámparas empotradas de luz fija para brindar mayor intensidad. Estas últimas deberán estar direccionadas hacia las áreas de trabajo sobre la mesa. Así, el candelero parecerá ser la única fuente luminosa, pero tendrá mayor potencia donde lo necesita. Al incorporar también lámparas de pie en el espacio, obtendrás otra capa de luz, misma que eliminará las sombras producidas por las lámparas superiores y el candelero en los rostros de quienes estén sentados a la mesa. Lámpara central, el diámetro mínimo de una lámpara central para casi cualquier comedor es de 20 pulgadas, pero no debe ser mayor a la medida del largo de la mesa menos doce pulgadas. Otro buen consejo es medir el ancho del espacio disponible en pies y luego aumentar esa cantidad al doble, para determinar el diámetro ideal del candelero en pulgadas. Así, por ejemplo, un comedor de 12 pies de ancho deberá tener un candelero con un diámetro no mayor a 24 pulgadas. Otras fuentes de luz: como en cualquier otra habitación, toma en cuenta posibles fuentes de luz natural y coloca algunos focos extra para acentuar la iluminación de obras de arte, gabinetes con piezas de porcelana o cerámica y rasgos arquitectónicos de la casa. En la recámara Debes empezar por reconocer que la recámara no es sólo para dormir. Este espacio necesita un sistema de iluminación flexible, que pueda cambiar de funcional a romántico para satisfacer las necesidades -y el ambiente- de cada momento especial. Luces de cama: sirven tanto para la lectura nocturna como para iluminar el camino si necesitas salir de la cama. Puedes optar por colocar las tradicionales lámparas de buró, pero tal vez sea mejor instalar una serie de focos direccionales en el techo, mismos que pueden proveer luz directa para lectura (si este es el caso, asegúrate de instalar el apagador al alcance de la mano en la cama). Otra buena opción consiste en montar lámparas con brazos flexibles en la pared, mismas que permitirán enfocar la luz de lectura exactamente en el punto deseado. Iluminación de techo y general: un par de luces empotradas en el techo constituyen un buen complemento a las lámparas de lectura. Asimismo, considera equipar las ventanas del dormitorio con persianas, a fin de regular la entrada de la luz exterior y obtener mayor privacidad. Luces decorativas y de ambiente: las luces graduables en el dormitorio representan un toque especial para crear un ambiente íntimo. Una forma original de colocarlas es bajo una concha montada directamente en la pared. En la cocina Normalmente la cocina tiene dos funciones, como espacio de trabajo y como sitio para la convivencia casual de la familia. Puedes ajustar la iluminación de acuerdo a la necesidad del momento, con la luz ideal para cada situación. Empieza por imaginar todas las actividades que ocurrirán ahí, como desayunar o cenar en la barra, preparar los alimentos o leer el periódico, y después coloca las fuentes de luz de tal manera que sean en primer lugar útiles y luego confortables. Lo esencial de la iluminación en la cocina es que esté bien distribuida, sin dejar áreas oscuras, y que sea flexible, pudiendo concentrarla en un área específica cuando se requiera. Debido a lo anterior, considera instalar varios focos colocados a la misma distancia a lo largo de toda la cocina, junto con iluminación adicional sobre las áreas de trabajo, barras y fregadero. Iluminación para tareas específicas: Sobre la barra es mejor colocar luz directa, instala una lámpara colgante con focos de halógeno. Sobre y debajo de los gabinetes, lo más adecuado es montar luminarias, a fin de iluminar el área de trabajo principal. Coloca también algunas luces en el extremo delantero de la parte inferior de los gabinetes para iluminar bien las orillas de la superficie de trabajo. Sobre el fregadero: lo mejor es instalar una fuente de luz directamente sobre el centro de lavado. En el baño La consideración más obvia e importante de la iluminación para el baño es evitar generar sombras que nos impidan ver la cara y cuerpo con claridad. De esta manera, las luces más importantes deben estar colocadas cerca del espejo principal. Luz para el arreglo personal: necesitamos generar una iluminación uniforme, sin sombras, proveniente desde arriba y a los lados del espejo. Las fuentes de luz brillante con difusores traslúcidos o de vidrio proveen una buena cantidad de luz, pero asegúrate de no dirigir la luz directamente al espejo, a fin de evitar reflejos molestos. Baños con grandes espejos: Si el espejo del baño tiene 36 pulgadas de ancho o más, usa una luminaria de techo de al menos 24 pulgadas de ancho o luminarias de pared montadas arriba del espejo. Otra buena opción es un foco de tubo fluorescente o de cuatro a seis focos ahorradores colocados a los lados del espejo. Para obtener un efecto glamour: utiliza hileras de focos tipo globo a lo largo de toda la orilla del espejo. Baños con espejos pequeños: selecciona tres tipos de luces, una en el techo, situada justo arriba del extremo delantero del lavabo, además coloca dos lámparas extra -preferiblemente de tipo colgante- a cada lado del espejo, aproximadamente a 60 pulgadas de altura y a una separación de 30 pulgadas. Baños con techos altos: las luces montadas en riel constituyen una buena opción para acentuar la iluminación en las áreas de la tina y la regadera. Baños de gran tamaño: en baños con una superficie amplia es necesario instalar luces en el techo, además de las situadas en el espejo. En los pequeños resultan suficientes estas últimas. Otros tips: las luces situadas alrededor del espejo deben estar dirigidas hacia la persona y no hacia el espejo y el valor reflejante de las superficies que rodean al espejo debe ser de un 50% o mayor. La seguridad ante todo: tu seguridad debe ser la consideración más importante, por lo que toda lámpara o foco debe estar colocado de manera que evite el contacto directo con el agua o las manos mojadas. Se recomienda el uso de dispositivos específicamente diseñados para funcionar en ambientes de alta humedad.