Cada espacio de la casa tiene un estilo y función diferente, por lo cual deben ser tratados de manera independiente. En el caso de las cortinas, representan un elemento que complementa el diseño de lugares con armonía, elegantes y confortables. De ahí la importancia de saber elegir la tela, la textura, diseño y materiales para el encortinado de nuestro hogar.
Las cortinas tienen distintas funciones, sirven como filtro de luz para regular la intensidad, generan intimidad al impedir que se vea el interior y realzan la decoración, ya que son un complemento decorativo muy atractivo. En el mercado existe una amplia variedad de telas para cortinas, por lo tanto, antes de inclinarnos por determinado tipo de cortinas, debemos definir la función que necesitamos, las dimensiones de la ventana, el estilo en la decoración del espacio, etcétera.
Tipos de cortinas
Algunas personas hacen una distinción entre cortinas y cortinados. Consideran cortina a una pieza sencilla de tela colgada de una barra mediante anillos o ganchos que se abren y cierran manualmente. En cambio, asocian la palabra cortinados a una protección de tela que suele llegar hasta el suelo y que están suspendidos de un riel con ganchos que permiten su apertura y cierre mediante un sistema de cuerdas. En general, los cortinados son más formales y las cortinas más sencillas.
Cortinas de panel: son rectángulos de tela con dobladillos en ambos extremos, suspendidas por la parte superior de la ventana mediante anillos o ganchos. Caen formando pliegues naturales. Suelen emplearse en las recámaras y el comedor. Pueden ir combinadas con contraventanas, persianas o bajo-cortinas.
Cortinas de café: se suelen colgar por la altura media de la ventana, dejando la parte superior expuesta. Estas cortinas pueden instalarse a un cuarto o un tercio del comienzo de la ventana para darle un estilo diferente. Pueden recogerse, se utilizan principalmente en la cocina y un comedor informal.
Cortinas de bandas: están formadas por uno o dos paneles que quedan colgados sobre los dos paneles de base. Los paneles de base se encargan de cubrir la parte inferior de la ventana y los paneles exteriores cubren la parte superior, hasta superponerse con los paneles de base. Las cortinas pueden tener tres largos básicos: el largo del alféizar, por debajo del alféizar, largo hasta el piso.
Barrales: son las más comunes. Son muy decorativas y su formato puede variar de un modelo a otro, más o menos fruncidas, con tablones, etcétera. Son aquellas que van colgadas de un barral aparente y se sujetan con argollas. No poseen ningún mecanismo para su corrimiento.
Visillos: son cortinas livianas destinadas a proteger la entrada de luz. Se elaboran con telas finas. Van fijadas a barras de metal que se colocan en la ventana y sólo cubren los cristales.
Caídas o cortinones: son complementos de otras cortinas, van a los lados de la ventana y suelen estar confeccionadas en telas gruesas.
Estores: son cortinas lisas, ideales para ambientes modernos o minimalistas. Ocupan un espacio mínimo. Pueden ser de diversas telas. Son cortinas que se recogen a diversa altura formando tablas, lo que imita el tipo de telas que podemos usar, tampoco es conveniente utilizar estampados, pues el dibujo se pierde al recoger el estor.
Cortinas enrollables: son similares a los estores, con la diferencia que se enrollan sobre una barra y pueden recogerse completamente. Son cortinas lisas y es preferible que se realicen en telas pesadas.
Bandeau: son guardas que se ubican en la parte superior de la ventana, sobre el nacimiento de los visillos tapando el cajón de la persiana. Se fabrican en telas gruesas con buena caída. Pueden ser tableadas o lisas con un remate bajo, con borlas, ondas, etcétera.
Cortinas romanas: suelen tener una cuerda tejida a lo largo de la tela y al tirar de ella la cortina se levanta como un acordeón. Están confeccionadas en telas livianas y se sujetan por la parte superior, mientras que la parte inferior termina en un faldón o volado.
Cortinas con riel: son similares a las de barral, pero se sujetan a un riel corredizo mediante ganchos. Son de telas más livianas y para correrlas hay un sistema de cuerdas.
Qué tela te conviene para cada espacio de la casa
Sala y comedorEn estos espacios los cortinados amplios son los que mejor se adaptan a las características, tamaño y uso de los mismos. Si el lugar es más bien pequeño opta por cortinas livianas y simples.
Recámara principalEl satín, la seda o el raso funcionan a la perfección si la habitación es de estilo más bien clásico. Si por el contrario la decoración se inclina hacia lo moderno y rústico, la loneta, el algodón o lino deben estar en la lista de telas para elegir.
Recámara infantilDebido a que los pequeños son propensos a descuidar y ensuciar, en este caso debes elegir una cortina de fácil lavado y resistente. Los distintos tipos de algodón son los indicados.
BañoQueda realmente bien si haces que la cortina de la tina o regadera se complemente con la de la ventana. Es mas, puedes utilizar el mismo estilo en ambos lugares, sólo teniendo en cuenta que la que usarás para la regadera debes protegerla con otra cortina interior de plástico o PVC para evitar la humedad.
CocinaEste espacio nos permite mucha variedad, desde una loneta o algodón, hasta la delicada cortina combinada con encajes. Pero en todos los casos tienen que ser resistentes y lavables.
22 tips para no errar en las cortinas de tu casa
Tener en cuenta la forma de la ventana
El tipo de ventana, así como la orientación de la habitación, son factores determinantes a la hora de elegir la cortina. Mantener la proporción entre la cantidad de tela y su largo, y el tamaño de la ventana es fundamental.
Calcular bien los metros de tela
Para realizar el cálculo de los metros de tela que necesitarás para tus cortinas, añade 30 cm al ancho de la ventana y luego multiplica el resultado por 2, 2’5 o 3, según quieras una cortina con más o menos frunces.
El largo ideal para las cortinas
En cuestión de largos hay muchas tendencias. Lo más habitual es agregar unos 15 cm al largo de la ventana. Sin embargo, si te gusta que las cortinas arrastren, añade 10 cm más: así quedarán apoyadas en el suelo.
Conseguir una buena caída
Para lograr unas cortinas con una bonita caída, opta por telas “pesadas”, como los linos gruesos, las sedas salvajes o las chenillas. Si quieres usar telas frescas, elige lonetas, arpilleras de algodón o linos con seda.
Estores: la opción más sencilla
Si la ventana no permite grandes cortinajes y quieres una solución práctica y ligera, los estores serán tus mejores aliados. Los puedes realizar tipo plegable (con varillas), paqueto (sin varillas) o romano (con drapeado).
Visillos, perfectos para ganar luz
La opción más eficaz para ganar luz natural es utilizar tela de visillo para la confección de las cortinas. Sus tejidos, vaporosos y ligeros (hilo, voile, lino de trama abierta), son perfectos para aprovechar la luz del sol.
Combinaciones acertadas
Los grandes ventanales, las puertas balconeras y las ventanas del dormitorio son las mejores candidatas para las combinaciones de cortinas con visillos (la opción más clásica), o caídas con estores (la apuesta más actual).
Abrazaderas: un remate con encanto
En ventanas con doble cortina, cortinajes forrados con muletón o combinaciones de caída y visillo, recurre a las abrazaderas (tiras o cordones que sujetan la cortina): son ideales para recoger el exceso de tela.
Borlas, colgantes y arrastres
Las abrazaderas y los cordones quedan bien rematados con borlas, decoradas con pasamanería o con algún colgante de madera. Para correr cortinas colgadas de anillas, opta por arrastres de metal o madera.
Galerías y bandós
Si eliges dobles cortinas o combinas cortinas con visillos colgados de rieles, es recomendable tapar el mecanismo con una galería (de madera y tapizada) o un bandó (realizado con tela): da un aspecto más acabado.
Acabados decorativos
A la hora de colgar las cortinas de una barra, los remates decorativos te ayudarán a crear la atmósfera que buscas: las trabillas son desenfadadas; los lazos, románticos; las anillas de cuerda aportan un toque rústico.
Sistemas para colgar cortinas
Existen dos sistemas básicos para colgar las cortinas. Los clásicos cortineros de barra son la opción más simple y se acompañan de anillas o trabillas. Los rieles permiten manejar más fácilmente la cortina, aunque son menos estéticos.
Tensores: una solución fácil
Una opción eficaz y discreta para pequeñas cortinas o estancias de aire más informal son los tensores. Se trata de un cable de acero del que cuelgan unas pinzas que sujetan la cortina. Ideal para telas ligeras.
Cortinas para el baño y la cocina
Estas estancias requieren telas sufridas, resistentes a la humedad y al vapor. Opta por estores o cortinillas de media ventana, en hilo de algodón o loneta, tanto lisas como con pequeños motivos decorativos.
Truco para la sala
La sala requiere soluciones que sirvan para crear un espacio acogedor y armónico. Si es grande opta por combinar cortina y visillo o cortina y estor; si es pequeño, elige estores; y si es oscuro, decántate por visillos solos.
Recámaras relajantes
Para conseguir recámaras serenas y salvaguardar la intimidad, opta por combinar cortinas tupidas con visillos ligeros. Así tendrás luz durante el día y podrás cerrar el espacio durante la noche.
Para habitaciones infantiles
Las elecciones preferidas para los más pequeños son las telas frescas de algodón, en colores vivos o con motivos infantiles. Elige estores o caídas suaves, que tienen un efecto más ligero, no abuses de los cortinajes.
Telas lisas o estampadas
Las cortinas estampadas animan grandes estancias, siempre que el dibujo guarde proporción con el espacio (es decir, que el estampado pueda apreciarse bien). Las cortinas lisas son ideales para estancias pequeñas.
Más sensación de amplitud
La apuesta más segura para habitaciones pequeñas es vestir las ventanas con estores o visillos y elegir telas claras o semitransparentes. Además, si optas por un tono igual al de la pared, ganarás sensación de espacio.
Suavizar la entrada de sol
En estancias con mucha entrada de luz natural, lo mejor es elegir cortinas y visillos dobles, tejidos tupidos o sobrecortinas. También puedes decantarte por estores enrollables de tela screen o de filtro solar.
Para habitaciones con poca luz
La solución para habitaciones faltas de luz son las cortinas confeccionadas con tela de visillo: vaporosas muselinas, voiles, organzas. En color blanco, expanden la claridad; en tonos amarillos, crean efecto de luz solar.
Una paleta de color acertada
El tono que has elegido para la pared, así como las telas de las tapicerías, cojines o pantallas, te marcarán la gama predominante y el tono idóneo para las cortinas. Si dudas, decántate por los neutros: nunca fallan.
Finalmente, debes tener en cuenta que además de la textura de la tela, las cortinas deben combinar con la decoración del ambiente donde la vas a colocar. Si no estás seguro en la elección, un buen consejo es que pidas algunos retazos de muestra para llevar a casa y ahí observar cómo lucirán, teniendo en cuenta la iluminación y decoración de cada estancia.
Al comprar la tela no olvides pedir al vendedor información sobre cual es la mejor manera de limpiar y mantener en condiciones cada tipo de material, para así conservar la calidad y color de la misma por más tiempo. Por ejemplo, la loneta y el algodón pueden lavarse bien en la lavadora, mientras que el terciopelo y la mayoría de las telas delicadas necesitan de un lavado en seco. |
No comments:
Post a Comment