31 de Julio del 2014 | Editorial Metroscubicos
Los departamentos pequeños se vuelven más populares, particularmente entre personas jóvenes solteras o que se acaben de mudar con su pareja o algún amigo. El reto en este tipo de hogares radica en lograr que ni las paredes ni los muebles produzcan una sensación de claustrofobia.
En este caso, la pintura juega un rol fundamental, jugar con el color para darle profundidad a un espacio sin necesidad de tirar un muro o gastar mucho dinero es la clave. Los expertos de la marca de pinturas Behr comparten algunos consejos que puedes aplicar en las paredes, techos y rincones de tu casa para que ese espacio de ciertos se amplíe más allá de tu imaginación:
Reduce el desorden. El primer paso para que las habitaciones se vean más grandes de lo que parecen es maximizar el espacio que tienes. Para esto es necesario eliminar todos los objetos que estorban como muebles viejos, la silla que solo usas para colgar ropa, bolsas o cajas en la entrada, o ese par de canastas arriba de una mesa en donde acumulas papeles.
Guarda las cosas en su lugar, limpia el desorden. Puedes incluso usar muebles que tienen una doble función, como por ejemplo las bases de las camas que integran cajones. Si quieres que tu espacio luzca más grande definitivamente será necesario deshacerse de cosas del pasado, deja entrar nuevas ideas, identificarás que pequeños cambios como esta primera recomendación logran un gran avance en la transformación de tu espacio.
Aprovecha la luz natural. La iluminación es un factor clave para nutrir un espacio, y mientras más natural mejor. Las ventanas de gran tamaño ayudan en bastante medida a que el espacio tenga una expansión realmente natural. Evita las cortinas voluminosas y con diseños muy cargados, o utiliza persianas en colores neutros para aportar calidez y un efecto liviano a tu hogar.
Claridad en ideas y colores. La elección de color es parte fundamental para que el espacio recobre vida. Para crear ese efecto de amplitud que queremos, será necesario elegir la tendencia de tonalidades claras. Los colores pasteles como el azul pálido, amarillo, durazno y menta son ideales para ampliar un espacio.
Si todos te gustan y te es difícil elegir un par que se acomode mejor a tu espacio, puedes adquirir muestras para realizar una aplicación en tu pared y distinguir cómo se ven los colores y cuales combinan mejor con tus muebles y accesorios.
Reflejos estratégicos. Los espejos tienen la característica de abrir visualmente los espacios. Apóyate en las herramientas que ya tienes en casa, si tienes un espejo alargado, su posición vertical favorece hacia la amplitud al combinarlo con colores claros. Para el caso de una estancia es recomendable utilizar un espejo grande que vaya del piso al techo, ya que además de aumentar el tamaño del espacio, recrea el reflejo de luz, dando más claridad.
Aplicar color en el techo. Ponemos tanta atención en integrar colores a las paredes, que olvidamos que existe un elemento que a veces pasa desapercibido: el techo. El color en esta parte de las habitaciones añade profundidad e incluso puede ser perfecto para un color acento. Un techo en tonos claros o blanco, en contraste con una pared obscura se contrae y el ojo percibe la habitación más pequeña. Una buena regla a recordar es que los colores fríos como el azul, verde y morado, y los obscuros como el marrón, negro o gris retroceden nuestro campo de visión y producen un efecto de lejanía; en cambio los colores cálidos como el rojo, naranja y amarillo y los claros tienden a parecer que están más cerca.
La pintura es un gran aliado para la decoración interior. Complementar los colores de las paredes con accesorios como espejos grandes, limpieza en casa y luz natural resulta en un hogar cómodo y acogedor.
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